Las primeras cerámicas vidriadas a fuego alto se produjeron en China, durante el período de la  dinastía Shang  (1700-1027 a. C.). En sitios como Yinxu y Erligang, la cerámica de alto fuego aparece en los siglos XIII-XVII a. C. Estas ollas fueron hechas de arcilla local, lavadas con ceniza de madera y cocidas en hornos a temperaturas de entre 1200 y 1225 grados centígrados para producir un esmalte a base de cal de alta cocción. Los alfareros de las dinastías Shang y Zhou continuaron perfeccionando la técnica, probando diferentes arcillas y lavados, lo que finalmente condujo al desarrollo de la verdadera porcelana. Véase Yin, Rehren y Zheng 2011.